Hasta el año 2005, la situación de las personas con enfermedades raras era "descorazonadora", asegura Lluis Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC. Había tantas patologías y cada una de ellas afectaba a un número tan reducido de personas que el sistema sanitario no "había sabido o no había tenido a bien organizarse para tratarlas". Su suerte dio vuelco cuando cambió la forma de ver el panorama: "Ya no eran unas pocas miles de personas de cada enfermedad, sino que sumando a todas ellas había tres millones de españoles con una enfermedad rara. Eso es un grupo muy importante de población", explica Montoliu. Hoy es el Día Mundial de las Enfermedades Raras y se celebra con una nueva actitud: "Será posible curar las enfermedades raras, ya no es una quimera, es una certeza".
El mérito de este progreso lo tienen las nuevas herramientas de manipulación de ADN, como el método CRISPR, que han sido una "auténtica revolución", en palabras del investigador, para poder modificar el genoma humano y corregir genes relacionados con enfermedades.